Existe un proverbio africano que dice: “Si quieres ir rápido, ve sólo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado” y que ayuda a expresar con precisión el valor que tiene para empresa cuando consigue articular un modelo que promueva el trabajo en equipo, mucho más, ante los retos que ha dejado la pandemia en el sector empresarial.
Como parte de una estrategia corporativa, fomentar la productividad y optimizar el uso del recurso humano es parte esencial de la operación, gracias a la sinergia que genera es posible alcanzar objetivos superiores y permite además, tener a los colaboradores motivados e identificados con el propósito de la organización. Trabajar en equipo implica colaborar de forma coordinada y enfocada hacia la obtención de objetivos compartidos.
Uno de los elementos más importantes en el esquema de trabajo de una empresa, es sin duda alguna, el valor y la identidad que se le da a su equipo. Cuando las personas que forman parte de una organización, están articuladas y comprometidas en lograr objetivos, van a conseguir resultados positivos en su desempeño y en su realización profesional.
El trabajo en equipo va más allá de la reunión de un grupo de personas, implica compromiso, no solo en las estrategias y en el procedimiento que la empresa quiere llevar a cabo; sino en la armonía, en el sentido de responsabilidad, en potenciar la creatividad, la cooperación entre cada uno de los integrantes y en generar liderazgos positivos para la consecución de los resultados.
El trabajo en equipo comprende una serie de estrategias, procedimientos y metodologías. Su cohesión se expresa en el sentido de pertenencia y en la debida integración de sus componentes. Entre mejor esté integrado cada área o departamento, más probable será conseguir que se compartan valores, actitudes y normas de conducta comunes.
El desafío ante los nuevos esquemas de trabajo
Si bien hemos planteado en esta columna el valor del trabajo en equipo para las organizaciones, ahora debemos incluir una reflexión al momento por el que estamos pasando. La pandemia promovió un quiebre organizacional mayúsculo para los modelos convencionales; en la actualidad las empresas navegan en una búsqueda y experimentación para encontrar la armonía laboral y personal de sus colaboradores entre modelos de trabajo remoto, híbrido o presencial.
Esta compleja articulación genera un reto para que la operatividad, integración y clima organizacional no se vean afectados, y que, por el contrario, potencien recursos, dinámicas y esquemas para hacer seguimiento y control a la gestión de desempeño de los colaboradores. Soy Teto Gallegos, Consultor Político y Estratega en Digital